Madre Milenaria
2010
Algún día las montañas también habrán desaparecido. Las rocas contraídas por el hielo y dilatadas por el sol son erosionadas por el paso de la lluvia y el viento a un ritmo imperceptible. Un ciclo constante de vida y muerte, como el nacimiento de una estrella o el fin de un día. Son movimientos tan sutiles pero constantes dentro de una verdad que existe antes que el hombre y seguirá después de el.
Y en esa rueda ecuánime, la madre naturaleza, con un amor incondicional, dispone a cada una de sus criaturas del sustento para su supervivencia.
Gracias a su ingenio y mente poderosa crea nuevas condiciones para que sus hijos pródigos, bailando sus alegrías y penas como antaño, gocen de toda su providencia, de su leche materna.
Madre bondadosa que nunca caiga tu fuerza, tu actividad. Que el daño que te hayamos creado, puedas perdonarlo y reparar.
Que todo el que este entre cielo y tierra piense en ti, te dedique una plegaria, una canción amorosa y tierna.
Madre milenaria en tu corazón se encuentra la única verdad, todos los seres nacen buenos, llenos de tu bondad universal.